De acuerdo con Unicef  “En la actualidad, alrededor de 300 millones de niños, viven en zonas donde la polución del aire es por lo menos seis veces mayor que lo que establecen los límites internacionales. Un factor altamente peligroso para el desarrollo integral desde la primera infancia, dado que las niñas y niños son especialmente vulnerables a la contaminación atmosférica debido a su fisiología, al modo en que se exponen a dicha contaminación y al grado en que lo hacen.

Asimismo, su sistema inmunitario aún se está desarrollando, especialmente a edades tempranas, son enormemente sensibles a los efectos de los virus, las bacterias y otras infecciones”. Señala además que “los efectos de la contaminación atmosférica sobre los niños pueden tener repercusiones para su salud durante toda su vida. La contaminación atmosférica puede obstaculizar su desarrollo pulmonar, lo cual puede afectarlos hasta la vida adulta. Ciertos estudios han demostrado que la capacidad pulmonar de las niñas y niños que viven en entornos contaminados puede ser un 20% inferior, un efecto similar al de crecer en un hogar en el que son fumadores pasivos”.

En Latinoamérica, más de 70 líderes de 18 países que conforman la red Convergencia para la Acción, congrega a expertos vinculados a ámbitos político, académico, de las comunicaciones y de la sociedad civil, con el propósito de generar incidencia política para que los países y los gobiernos de América Latina y el Caribe prioricen la primera infancia, en contextos de crisis climática y migratoria.

Desde este punto de vista, la Fundación Horizonte Ciudadano en el marco del Proyecto Convergencia para la acción, lidera el estudio “Aires Nuevos, Contaminación del Aire y Primera Infancia en América Latina” con el fin de describir y analizar el estado del arte en materia de legislación y desarrollo de políticas públicas impulsadas desde el Estado, con relación a la contaminación del aire y primera infancia, fundamentados en la preocupación sobre el particular impacto de la contaminación del aire en la primera infancia y la consiguiente necesidad de generar acciones de incidencia política en la materia que incorporen a la niñez, cuestión ya reconocida y recomendada por organismos internacionales tales como UNICEF o la Organización Mundial de la Salud, y que cobra doble relevancia en el marco del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030.

En el marco de la acción de esta Red de Líderes, nace el proyecto Aires Nuevos para la Primera Infancia. Esta iniciativa -que ya está en marcha- apunta a la generación de una red regional de calidad del aire con foco en la primera infancia a través del monitoreo de la calidad del aire en entornos que los niños y niñas habitan cotidianamente dentro de las ciudades, como punto de partida para el desarrollo de acciones a nivel local orientadas a la disminución de la exposición de los niños y niñas a la contaminación ambiental, el intercambio de experiencias y el escalamiento de iniciativas efectivas que favorezcan la incidencia política por la protección, desarrollo y bienestar de la infancia desde sus primeros años.

Un principio que orienta nuestra acción es la necesidad de articular evidencia e incidencia. Desde aquí que la articulación entre la red de líderes, los gobiernos locales y la academia para el desarrollo de una iniciativa como Aires Nuevos para la Primera Infancia es clave, en la medida que apunta a favorecer la colaboración entre los distintos actores desde cada uno de sus ámbitos de acción para la transformación de la vida de niños y niñas.

Desde la Fundación Casa de la Infancia como parte de la Red de Líderes, apoyaremos la implementación del proyecto en Colombia, inicialmente en las ciudades de Medellín y Bogotá, facilitando la vinculación con los Municipios y otros actores relevantes para la implementación y articulación de la iniciativa Urban95 con el proyecto a nivel local.

 

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