El cuidado personal es la manera como nos aseguramos de que estamos física, emocional y mentalmente capaces de estar activos para nuestros hijos pequeños. Cuando te sientes tranquilo es más fácil satisfacer sus necesidades y además, ayuda a liberarte del estrés.
La realidad que nos trae el COVID-19 implica que debamos tener más detalle con el autocuidado. No sabemos que vendrá después de la cuarentena y esto nos preocupa como padres, aun siendo personas tranquilas. Largos períodos de incertidumbre traen consigo factores estresantes: preocupación por los miembros de la familia, por la pérdida de ingresos, por el almacenamiento de comestibles, por el equilibrio del rol laboral contra el del cuidado infantil, etc. Aun así, los niños necesitan que sus padres les ofrezcan un hogar tranquilo, estable y en lo posible predecible. Evidentemente todo esto es un desafío, pero como padre, una de las mejores maneras de ayudar a tu hijo a sentirse resguardado y amado radica en el hecho de cuidarte a ti mismo.
Presta atención a cómo te sientes
Tómate el tiempo para notar tus sentimientos. Reflexiona a como respondes frente a aquello que te estresa; las siguientes acciones pueden ayudarte:
- Coloca una mano sobre tu vientre y otra sobre tu pecho.
- Respira profundamente y siente el elevamiento de tu mano.
- Exhala lenta y suavemente por los labios, como si estuvieras soplando una sopa caliente.
- Repite esta acción de dos a cuatro veces.
- Responde ante la situación una vez te hayas calmado.
Recuerda: Cuando los niños experimentan un cambio en sus rutinas, pueden sentirse confundidos o molestos. Los niños menores de tres años aun no tienen el suficiente vocabulario para expresar sus sentimientos y esto puede frustrarnos como padres. Si notas comportamientos desafiantes por parte de tu hijo, has una pausa para reflexionar en lo que posiblemente quiere expresarte y en la manera como podrías responder de una manera tal que satisfaga sus necesidades.
Si tú y tu hijo están acostumbrados a vivir rutinas diferenciadas, por ejemplo, tú en el trabajo y el en la escuela, puede ser incomodo compartir ahora juntos las 24 horas del día y encontrar un momento para descansar. Habla con tu pareja o quien te acompañe cuidando al niño para que puedas tener tiempo a solas. Diseñen en familia un horario que les permita concentrarse en las responsabilidades profesionales mientras mantienen a los niños seguros y ocupados. Los horarios (en términos de quién hace qué, y cuándo) pueden necesitar cambiar a diario, por lo que hacer una planificación antes de acostarte o durante el desayuno puede ser clave para tener un día exitoso.
¿Y si no hay otro adulto en el hogar?, aprovecha los momentos de silencio, por ejemplo, cuando el niño esté tomando siestas. Si ya es grande para siestas, organiza un par de horas para ti, manteniéndote cerca de tu hijo mientras el lee o juega con sus juguetes. Quédate cerca, pero cuídate. Usa el tiempo después de que tu hijo vaya a la cama o antes que despierte en la mañana para tu cuidado personal también.
De otro lado, busca estrategias para estar tranquilo y que sean posibles de realizar, piensa: ¿Qué actividades te hacen feliz? ¿Cómo puedes reducir tu nivel de estrés?; el distanciamiento social presenta un desafío para el cuidado personal: no podrás ir al gimnasio, ir a clases, o a eventos deportivos o a otras actividades que te gusten. Evalúa formas de adaptar las actividades a formatos que no fomenten el distanciamiento social:
- Si tienes un espacio para hacer actividades de ejercicio al aire libre y estas son seguras y factibles, hazlas. Los videos y aplicaciones en línea que proporcionan ejercicios dirigidos por un instructor, como yoga o ejercicios grupales, también son excelentes recursos.
- Mantente en contacto con tus compañeros a través de la tecnología, esto puede puede aliviar los sentimientos de aislamiento.
- La mayoría de nosotros guardamos una lista mental de las cosas que queremos hacer «cuando tengamos tiempo», es momento de desempolvar esa lista y ejecutarla: aprender a cocinar, entrenar para una maratón, ver una nueva serie, etc
- Relájate: a veces, nuestras mentes y cuerpos solo necesitan un descanso. La meditación, la atención plena y otras actividades de reposición (yoga, baños largos, etc.) son una excelente manera de dejar de lado las presiones del día.
¿Y dónde está tu hijo mientras todo esto sucede? Piensa en las formas en que te puede acompañar. Ejemplo: Coloca una toalla al lado de tu estera de yoga, acuéstate boca arriba, uno al lado del otro y practiquen respiración profunda. Si bien son necesarios los tiempos a solas, podemos invitar a nuestros pequeños a compartir nuestra calma.
Estamos en territorio desconocido. Vivir con el impacto del coronavirus tendrá sus desafíos y el cuidado personal puede no parecer una prioridad. Sin embargo, apoyarnos como familia es exactamente lo que necesitamos para garantizar que pasemos esta temporada.
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